"Si ves lo que hay que reparar y cómo hacerlo, entonces has encontrado un trozo del mundo que Dios te ha dejado para que lo completes. Pero si sólo ves lo que está mal y lo que es feo en el mundo, entonces eres tú quien necesita reparación". (Rabino Menajem Schneerson)
El rabino Schneerson (nacido en 1902) fue uno de los líderes espirituales y activistas sociales más eminentes del judaísmo, contemporáneo más joven de Frank Buchman (nacido en 1878). Su llamamiento a "reconstruir el mundo" (tikkun olam en hebreo) me impactó de inmediato. ¡Cuánto se parece al llamado de Frank Buchman en Caux en junio de 1948 para que el Rearme Moral sea una fuerza que "reconstruya el mundo"!
"Reconstruir el mundo" se ha convertido en algo pasado de moda en el lenguaje de Iniciativas de Cambio de hoy en día. Visto como anticuado, parte de la historia y no realmente útil para definir o describir IdeC hoy. He tenido "Remaking the World", una recopilación de los discursos de Frank Buchman, entre mis libros durante muchos años, pero nunca lo abrí. Lo tomé hace poco en un momento de ocio y lo hojeé. Me sorprendió la claridad y la pertinencia de algunos de los discursos de Buchman (¡acabo de hojear el libro!). Es la base del trabajo que se está llevando a cabo a través del sitio web Por Un Mundo Nuevo para poner a disposición el rico legado que comenzó cuando Buchman abrazó la poderosa aventura del cambio individual y mundial.
No obstante, si observamos nuestro mundo actual, prefiero la descripción de Schneerson porque hay muchas cosas que están rotas. Pero, ¿por dónde empezar a reparar lo que está profundamente roto? Basta con mirar algunos de los titulares -Ucrania-Rusia, Palestina e Israel, Sudán, Yemen, Siria, partes de África, por qué los inmigrantes cruzan el Mediterráneo o el peligroso Paso del Darién en Centroamérica arriesgando muchas vidas- para ver un lienzo deprimentemente grande y complejo. Pero lo inspirador del llamado de Schneerson es que lleva la "reparación" al nivel humano. Ver lo que necesita reparación, empezando en mi rincón del mundo, y luego encontrar la manera de hacerlo. ¡Ese es un reto digno!
En 2021, IdeC en Sudáfrica se propuso reparar una profunda grieta en nuestro tejido social - la familia disfuncional. La violencia de género en Sudáfrica se encuentra en el nivel más alto a nivel mundial, el suicidio juvenil sigue disparándose, casi 12 millones de niños crecen con padres ausentes, la agresión sexual de los jóvenes es casi endémica en algunas zonas. Y sigue. La unidad familiar tiene graves problemas.
Al igual que ocurre con los retos geopolíticos, ¿por dónde empezar a abordar un conjunto tan amplio de problemas?
Con el apoyo del Programa Internacional de Construcción de Confianza, Iniciativas de Camcio Sudáfrica - IdeC-SA - comenzó con una serie de iniciativas de sanación interior, basadas en Creadoras de Paz, en algunas de las zonas desfavorecidas alrededor de Johannesburgo y Pretoria. El impacto hasta ahora es pequeño. Pero el objetivo es grande. A lo largo de cinco años, con este programa y junto a una serie de organizaciones religiosas, IdeC pretende convertir "familias sanas en comunidades sanas" en un programa nacional con recursos prioritarios para apoyarlo. Ahora está sembrando la semilla y aprendiendo a reparar, puntada a puntada.
Y es que "reparar lo que Dios nos da para reparar" puede empezar en muchos niveles.
En 1965, el difunto Nico Ferreira, trabajador a tiempo completo del Rearme Moral -RM-, y su esposa, Loel, pusieron en marcha Springbok Stampede, el programa musical y de desarrollo juvenil, para dar a los jóvenes una plataforma desde la que asumir responsabilidades por su país.
Letlapa Mphahlele dio un paso atrás en sus devastadores actos de venganza fatal por la brutalidad de un ataque contra jóvenes negros, para disculparse y buscar el perdón de los afectados por sus actos.
Cada uno encontró una forma de reparar una parte del mundo que estaba rota y necesitaba completarse.
A finales de octubre, la recién creada Alliance For Responsible Citizenship (ARC) (Alianza para una Ciudadanía Responsable) celebró su primera conferencia internacional en el Reino Unido. Su objetivo es "aprovechar las virtudes más elevadas de la humanidad y su extraordinaria capacidad de innovación e ingenio" para encontrar soluciones a los problemas del mundo. Tras atraer a su causa a la flor y nata de personas implicadas y a menudo creyentes con influencia en todo el mundo, ARC pretende crear una revolución moral para "reconstruir el mundo".
Jordan Peterson, un psicólogo canadiense que se ha ganado la fama -y la infamia- internacional por su análisis contundente y sin rodeos de los problemas de la época, es uno de los fundadores de ARC. En su discurso de clausura de la conferencia, en la que participaron 1.500 personas influyentes de todo el mundo, retomó uno de los temas del evento: inclinar el mundo hacia el cielo y alejarlo del infierno. Luchar hacia la Ciudad de Dios, dijo.
Quizá se esté produciendo una "inclinación hacia Dios" como contrapeso al secularismo y al materialismo que muerden con fuerza y atraen a los jóvenes, en particular, lejos de la responsabilidad y, por tanto, del sentido. Peterson, como psicólogo, señaló que no hay diferencia técnica entre pensar en uno mismo y sentirse miserable. En otras palabras, la miseria es la compañera de cama de los obsesionados con los selfies.
Lo mejor, dijo, es estar fuera de uno mismo. "Hemos olvidado que es asumir responsabilidades lo que da sentido a la vida".
En otras palabras, encuentra ese trozo del mundo que Dios quiere que completes. ¡Y lánzate a la aventura!