Beverly Almond nació en una familia privilegiada, pero eligió una vida de servicio y aventura porque quería cambiar el mundo.
Nacida cerca de Nueva York en 1918, era la mayor de las tres hijas de Victor y Elsie Kitchen. En el momento del bombardeo de Pearl Harbor trabajaba como secretaria médica y disfrutaba de una vida social plena en Nueva York, pero se trasladó a Washington DC porque quería formar parte del esfuerzo de guerra. Su trabajo en el servicio de inteligencia del Pentágono le brindó la oportunidad de trabajar en Inglaterra, y no lo desaprovechó. A finales de 1943, la destinaron a Bletchley Park como secretaria del jefe de la inteligencia militar estadounidense, y se encontró en el centro del "Secreto Enigma" de los británicos, la operación de descifrado de códigos que interceptó numerosas comunicaciones clave de las potencias del Eje. Trabajó allí hasta el otoño de 1945.
En el barco en el que viajaba a Inglaterra conoció a un joven misionero, Harry Almond, con destino a Irak, y se enamoraron, se prometieron rápidamente y luego se separaron por un tiempo. Cuando se reencontraron y se casaron después de la guerra, ambos sabían que querían formar parte de la cura de las divisiones y tragedias que habían presenciado durante la guerra.
A partir de 1951, ambos trabajaron con Rearme Moral/Iniciativas de Cambio. Ambos hablaban árabe, y muchos de esos años los pasaron en el mundo árabe, donde hicieron amigos para toda la vida y ayudaron a construir puentes entre musulmanes y cristianos. Ellos y sus hijas, Anne Hamlin y Betsy Lancaster, vivieron en Beirut de 1964 a 1971 como parte de ese trabajo, y los Almonds continuaron su amor por Oriente Medio y sus amigos allí durante el resto de sus vidas, incluso cuando vivieron en Estados Unidos en sus últimos años.
A lo largo de su vida, Beverly se preocupó por la gente tanto en su hospitalidad (especialmente horneando galletas y pan) como en su correspondencia con amigos cercanos y lejanos. Enviaba tarjetas de cumpleaños a un gran número de personas y escribía regularmente notas y hacía llamadas para mantenerse en contacto con familiares y amigos. Y en su vejez hablaba de su aprecio por las Cinco F: Fe, Familia, Amigos, Comida (food en inglés) y Diversión (fun en inglés). Vivió casi 100 años y hasta el final fue una persona inteligente y de gran corazón.
La historia de la vida de Beverly se cuenta en su biografía - Beverly Almond: An Ageless Adventurer, escrita por su hija Anne. Los padres de Beverly, una de sus hermanas, ella y Harry, y sus dos hijas trabajaron durante muchos años con Moral-Re-Armament / Rearme Moral.