En su prólogo a la autobiografía de Dickie Dodds Hit Hard and Enjoy It (1976), Sir Neville Cardus escribió: "En todos los años del críquet no ha habido ningún jugador con una historia tan notable e inspiradora que contar".
Dodds abrió el bateo para Essex desde 1946 hasta su retirada en 1959, anotando más de 1.000 carreras cada temporada, y 2.147 en 1947. Participó en 380 partidos de primera clase. Cardus estaba intrigado por saber qué le había hecho pasar de ser un bateador de instintiva cautela a uno de los más audaces bateadores del circuito del condado. Un día, contra Lancashire, golpeó al lanzador rápido inglés Brian Statham para conseguir cuatro y seis en las dos primeras bolas de la entrada. En Southend, se hizo famoso cuando conectó un golpe de seis en la taberna, donde la pelota rebotó en la fuente de cerveza y golpeó a las dos camareras.
La mayor parte de su servicio de guerra fue en Birmania y le sorprendió salir con vida. Una carrera de cricket era la forma obvia de celebrarlo. Luego, en el barco de tropas que regresaba a casa, se orientó hacia un nuevo pensamiento que profundizaría en su vida. Hijo de un clérigo anglicano, se había apartado de la vida de la fe. Sin embargo, había un mundo de posguerra que necesitaba curación y perdón, y él consideraba que también lo necesitaba.
Sentado en una reposera en el césped de la vicaría, una mañana de primavera de 1946, decidió que "en la medida en que pudiera entenderlo, a partir de ese momento sólo haría lo que Dios me dijera que hiciera". El críquet del condado parecía formar parte de ese contrato. El 20 de mayo fue desmovilizado y dos días después llegó a Ilford para jugar con Essex contra Sussex.
Como Cardus escribió más tarde: "En la mañana de su primer partido para Essex, él, en sus propias palabras, "preguntó a Dios cómo debía jugar al cricket" . ... y el pensamiento claro llegó: "Golpea la pelota con fuerza y disfruta".
Haga clic aquí para leer el obituario completo (en inglés) escrito por Peter Everington.
