Kenneth Belden ("Ken Belden") fue el presidente del patronato del Westminster Theatre durante los años 60 y 70, cuando era el núcleo del teatro cristiano en el West End. La visión y el empuje de Belden convirtieron el teatro -desarrollado a partir del armazón de la capilla Charlotte del siglo XVIII- en un moderno centro artístico con algunas de las mejores instalaciones teatrales de Londres.
El objetivo era presentar obras que "dieran a la gente un nuevo valor y propósito". Belden veía el teatro como un intento de cambiar el clima moral de la nación en una época "en la que el fregadero, el teatro de la crueldad y el teatro del absurdo dominaban la escena londinense". Le encantaban las historias de parejas que salían del teatro decididas a arreglar sus fracasos matrimoniales o de sindicalistas y empresarios que encontraban un objetivo común.
El teatro había sido comprado en 1946 por el Westminster Memorial Trust, creado por el Movimiento de Rearme Moral (RM) como "monumento vivo" a los muertos en la guerra contra Hitler. Los militares que regresaron donaron sus indemnizaciones de guerra para su compra. Varios amigos cercanos de Belden habían muerto en la guerra y él creía que el teatro podía transmitir los valores necesarios para apuntalar la libertad y la democracia.
Al principio, el Westminster representaba las producciones de aficionados del RM. Pero en 1961, cuando Belden se hizo cargo, el patronato empezó a contratar elencos profesionales, en obras y musicales escritos en su mayoría por Peter Howard y Alan Thornhill. La pantomima navideña de Howard Give a dog a bone se representó durante 11 temporadas. El Westminster también fue pionero en la organización de "Un día de teatro en Londres" para los colegios, al que, durante 22 años, asistieron más de 200.000 alumnos y profesores. Los participantes eran llevados entre bastidores y luego veían una representación.
Su encuentro con el Grupo de Oxford, precursor del RM, durante sus estudios en Oxford, en 1931, cambió por completo su vida.
Michael Smith, obituario en "The Independent", Londres, 4 de diciembre de 2002